Una propuesta de modelo integral de reinserción social para infractores de ley

148 UNA PROPUESTA DE MODELO INTEGRAL DE REINSERCIÓN SOCIAL PARA INFRACTORES DE LEY informe al director cada vez que estime que la salud física o mental de un recluso haya sido o pueda ser afectada por la prolongación, o por una modalidad cualquiera de la reclusión” ( United Nations Office on Drugs and Crime , 2007: 8). En el ámbito de la salud mental, se establece que “todo establecimiento peniten- ciario dispondrá por lo menos de los servicios de un médico calificado que deberá poseer algunos conocimientos psiquiátricos” ( United Nations Office on Drugs and Crime , 2007: 7). Ello resulta importante no solo desde la perspectiva del cuidado de la salud mental, sino también porque los infractores de ley pueden beneficiarse de intervenciones de buena calidad en materia de rehabilitación. En primer lugar, los servicios de salud mental contribuyen a la seguridad de las unidades penales al redu- cir el estrés de los internos y el personal y ayudar a la participación de los infractores en programas de intervención. Segundo, aumentan la probabilidad de reinserción social exitosa, especialmente de infractores de ley con problemas de salud mental, al promover medidas de cuidado y seguimiento en la comunidad que aportan a la reducción del riesgo de reincidencia ( International Association for Correctional and Forensic Psychology , 2010). Es importante reconocer que una gran proporción de las personas que reciben con- denas por conductas antisociales tienen historias de problemas de salud mental. Es- tos problemas suelen incrementarse dado que la condena, especialmente la condena privativa de libertad, suele ser una experiencia desestabilizante incluso para personas que han tenido ingresos previos al sistema carcelario (Harvey & Smedley, 2010). Asimismo, cabe destacar la relevancia de las medidas de promoción en salud, que in- cluyen condiciones apropiadas de higiene y limpieza, alimentación balanceada, oportu- nidades para al menos una hora de ejercicio físico al aire libre cada día, y disponer de instalaciones especiales para cuidados especiales, como el cuidado del embarazo, parto y post-parto en los centros destinados a la reclusión de mujeres ( United Nations Office on Drugs and Crime , 2007: 7). Por su parte, en materia de consumo problemático de drogas, el tratamiento de las per- sonas con trastorno por consumo de sustancias tiene como objetivo intervenir en los factores de riesgos presentes en el individuo que facilitan la mantención del consumo y hacen más probables las recaídas. La literatura especializada en el tratamiento del consumo abusivo de drogas de la población penal, ha sugerido que los programas que se desplieguen, no solo deben fomentar la abstinencia del consumo de sustancias, sino que también debieran tener como objetivo intervenir en el “pensamiento criminal”, es decir, la combinación de ac-

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