Una propuesta de modelo integral de reinserción social para infractores de ley

121 6 Capítulo En cuanto a otras manifestaciones de violencia auto-infligida, un estudio investigó el fun- cionamiento neuropsicológico en población penal privada de libertad y su relación con conductas auto-lesivas y suicidas. A partir de una muestra de 173 internos, se identificó que el 56% reportaba historial de auto-lesiones. Tras medir el desempeño en dominios neuropsicológicos como inteligencia, memoria, atención, funciones motoras, y funciones ejecutivas (planificación, resolución de problemas, razonamiento y flexibilidad), no se ob- servaron diferencias entre sujetos con auto-lesiones, auto-lesiones e intentos suicidas, y casos sin historia de auto-lesiones deliberadas; aunque el funcionamiento de todos los grupos fue bajo en todas las dimensiones evaluadas (Andover et al., 2011). Respecto de otras variables, una comparación de sujetos con historial de auto-lesiones en la cárcel con internos sin conductas auto-lesivas, encontró que los primeros pueden ser descritos como menos educados, con inicio en el delito a menor edad, implicados en más conductas violentas en la cárcel y en la comunidad, más involucrados en daños a la propiedad, y con historias de mayor inestabilidad en su alojamiento penitenciario, que sus pares sin historial de auto-lesiones (Lanes, 2011). Se han creado diversas herramientas para intentar predecir demanera confiable situacio- nes de riesgo suicida o de auto-lesiones, con el objeto de evitar las graves complicacio- nes que se derivan de estos problemas. En esa línea, una revisión sistemática evaluó la validez de instrumentos para identificar el riesgo de suicidio y auto-lesiones en infractores de ley, encontrando cinco estudios que describen, en total, cuatro instrumentos: Suicide Checklist, Suicide Probability Scale, Suicide Concerns for Offenders in Prison Environment (SCOPE), y el Suicidal Potential Scale . Los dos últimos instrumentos mencionados revelan niveles prometedores de sensibilidad y especificidad. Los autores de la revisión destacan la necesidad de realizar estudios para indagar la validez predictiva de estas herramientas, especialmente en el contexto comunitario (Perry et al., 2010). • Riesgo de victimización Un estudio realizado en Estados Unidos recolectó datos auto-reportados de 247 internos de ambos sexos, en relación a sus experiencias de victimización. Se encontró que el 32% de la muestra había sido victimizada por otros internos, por el personal penitenciario, o por am- bos. En general, se evidencia que los varones ingresados a cárceles de alta seguridad tienen mayor riesgo de ser víctimas de otros internos y del personal; en tanto que los internos que participan en actividades remuneradas dentro de la unidad penal tienenmenor riesgo de ser victimizados por el personal. El tiempo de permanencia en la cárcel aumenta la probabilidad de ser víctima (Pérez, Gover, Tennyson, & Santos, 2010). Se ha observado también que los miembros de pandillas que están en las cárceles tienen mayor probabilidad de ser victimi- zados que las personas encarceladas que no pertenecen a ellas (Fox, Lane, & Akers, 2013).

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