Sentimientos vencidos : comedia en tres actos

¡1 l: .• •, 1 ¡. • e • ,) .. 96 SEN'TIMIE::,.:iTOS VENCIDOS dichosa, feliz duran te tres meses, al cabo de los cuales Alberto tuvo que emprender un viaje lejos ... En su ausencia, personas n1al intencionadas. y por despecho, me hi– cieron ver que Alberto se había casado con– rnigo por dinero. En medio de n1i tortura quise saber la verdad y buscando en su ca– ja de fierro, encontré documentos y recibos que me hablaron eloc.uenten1ente de sus deudas. iL\ TILDE . tEs posible, Otilia1 Alberto, a quien yo creía tan generoso y bueno, hizo eso"? ÜTILIA. Hay más. Con la plata que me entre– gara 1n1 padre el día de las bodas pagó to– do sin decirme una sílaba. A su regreso lo traté como merecía por su acción. 11AT!LDE. Bien hecho. LAURA, Y él tqué hizo~ ÓTILIA . Desde aquel día fué para mi el esposo cu n1 plido que salva las apariencias socia– les; pero, ya no el n1arido ... Muchas veces, ebria de pasión, ansiosa de olvidarn1e del mundo entero, trató de que me perdonara, echándome en sus brazos... pero todo fué inútil .. . me trataba con mayor estiramiento y cortesía ... A mis inquietudes y torturas las llamaba histerisn10; a mis pre~untas contestaba con evasivas inqujsidoras.. de– jando vagar en torno rnio el hielo de la in– diferencia. Rigido y de etiqueta, gastó el trato que un abogado por las leyes sabe dar por conveniencia. l\,,fATILDE. ¡ Qué tenacidad! ÜTILIA. Agradecía cortesmente mis afanes y desvelos, evitando 1nis caricias. Para rete– nerlo a mi lado tenía que sometern1e a sus

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