Sentimientos vencidos : comedia en tres actos

t . ( {. . , : 1 ' ( ,¡ ( ,: .. .. • 1 ) , ' .. :, . , ( ·~ . ~ 94 SENTIMIENTOS VENCIDOS cirse así se hizo el convidado ... ahora soy sirena que lo atraigo... ¡es gracioso! ... el pobre continúa en tierra n1areado. ÜTILIA. Puede que sea de otra manera (Rién– dose). PrNTOtt. Uds. se motan de mí porque n1e ven de esta n-1anera ... no comprenden que soy un héroe. No se rían porque no soy nin- gún necio ... f-Iay que saber a lo que indu- ce el amor ... ¡Ay, empiezan los tumbos!.. : siento de nuevo el mareo ... fuera ... con su per1niso ... a ... a ... hasta luego . (Sale). ESCENA 16 MATILDE. ¡Qué cambios en nuestras vidas! ÜTILIA, Felices y dichosos aquellos tiempos ... LAURA. Dichosos, si, dichosos, porque aun ig- norá.ban1os los verdaderos dolores de la existencia. ÜTILIA. Y nos veíamos torturadas ante las más pequefías contrariedades. MATILDE. Era la incon$ciencia de la juventud. LAURA. De esa juventud dorada que todo lo sueña y ve colo1' de rosa. MATILDE. Y como no hay rosa ninguna sin es– pina, yo tuve la mía y muy dolorosa. ÜTILIA. Sin embargo, tú con tu entusiasmo, alegria y optimismo la extraías fáciln1ente. MATILDE. ¡Oh, recuerdos de juventud pasada! ¡Cuán pronto se han desvanecido mis ilu– siones primaverales! ÜTILIA. Aun estás en lo mejor de la vida. MATILDE. Lo mismo puedo decir yo a Uds. LAURA. La mia ya toca a su término.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=