Sentimientos vencidos : comedia en tres actos

SENTlMIENTOS VENCIDOS gr tinados a ayudar a la mujer en su rol de esposa. ÜTILIA. No sigan, por caridad . Apiádense de mí. Soy la ilusión ;con las alas rotas y caída$. !!ATILDE. Cual más cual menos, toda mujer tiene las alas rotas y muchas veces hechas pedazos. LAURA. Y tú, 11atilde, ¿sccuerdas cuando de– cias: Yo no he nacido para monja ni para solterona; quiero ser madre y de mu– chos hijos ... Seré n1adre modelo y qué en– vidia voy a causar a las demás. Yo n1e levantaré temprano, n1uy temprano, muy con1 puesta y bien jaspeada, porque así le gusta al marido. En seguida, cubierta con mi largo delantal blanco atenderé a cada uno de mis pequeñuelos. Entregárselos a las sirvientes, jamás. E~o os no tener en– trañas... Yo 1nisma los vestiré y los lava– ró con bastante agua y jabón, hasta dejar– los bien lustrosos y 110 como a nosotras que nos tienen como luche seco... De una vez iremos todos a la rnesa a desavunar– nos, y en seguida, junto con su paclre los llevaremos al colegio . ¡\fATILOE. ¡ Con qué Yi veza y colorido has refle– jado lo que tanto tien1po llevo oculto en nü alma! ÜTILIA. Sin embargo, Laura lo ha aprendido prácticamente, sin llevarlo a la práctica, muyapesar suyo, en sus numorososhijos ... :\IATILDE. Veo ante mi el siguiente cuadro: Tú, mi Laura, nerviosa, inquieta, tu rbu len ta, hablándome de tus grandes ideales y pro– yectos ... y yo abismada, confusa, empe-

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