Sentimientos vencidos : comedia en tres actos
SENTIMIENTOS VENCIDOS 87 mos tanto que hal>lar, como lo hacíamos cuando éramos colegialas. ÜTILIA. Si, si, transportómosnos al pasado. ~!ATILDE . ¡Qué lejos y distante está todo eso! ÜTILIA. Distante, sí; pero no en el olvido. LAURA. i\Iatilde inolvidable, tú siernpre has- morado en mis recuerdos y por eso hoy el cariño nos une de nuevo. ÜTtLL\ . Verdad, ~1atilde, siempre te hemos re– cordado en las convorsaciones. 1IATILDE. Lo mismo yo a Uds. Digann1e algo de los de su familia. Tu tia, Laura; tu pa– dre, Otilia. LAURA. Mi tia ~e casó tan pronto como me es– tableció con Mario . ~L\.TILoE. ¿,Es posible1 tTú, casada con í\1ario~? ¡ Salió con la suya! ¡ Y tu tia casada! :Nunca hubiera pensado eso do Zenobia a su celad! ÜTILIA. Eso no significa gran cosa. Otras se casan mayores y con hijas grandes. ~!ATILDE. En Buenos Aires no he presenciado casos sen1ejantcs. LAURA. Hay muchas otras novedades extraor– dinarias que contarte.... ~IATILDE' (Riéndose) Las oiré todas y bien de– talladas . tTu padre Otilia<? ÜTILIA. Mi padre murió repentinamente. ¿?Y los tuyosf :;\fATILDE. Gracias a Dios están sanos y felices en Buenos Aires. Vivirnos todos juntos. ¡Qué momentos más gratos vamos a pasar j u1itas! . LAURA. Necesitamos muchas horas para estar reunidas y tener nuestras conversaciones intimas.
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