Sentimientos vencidos : comedia en tres actos

SEXTI.\l lE:'.\TOS VENCIDOS 53 eso! Alberto1... ¿Qué pasa... qué ha suce– <lido1 .ALBERTO. (J)oniendo el retrato en el libro) Vea. L .\UHA. ¡Quó bien está la picara! Si no 1ne en– Yia uno, YOY a prote~tar. (Leyendo La dedi– catoria). ¡ Pobre arniga, cón10 te destrozan el alma! ... Alberto, perdónela ... La han obligado a escribirlo en un n1on1ento de desesperación . . A LI3EHTo. Destrozarle el al n1a. . . ¡r11e11 tira! ... no n1e ha querido nunca. L.\UH.\. Hcf1exionc, Alberto ... una nii1a nunca hace su Yoluntad y 1nenos ella que lucha sola contra todos. ZENODIA. Ya le hablaron a Laura de libros para que se olvide de todos ... ¡Que haga esto a pesar de nlis recon1cndaciones y estando . '1 . 1 aqu1 n ario .... SoFIA. Tranquilízate, n1ujer . (A Mario) . Acér– quese a conversar con Alberto y Laura. !\!uno. Con su per1niso, sciiora . ZExon1A. Có1no le quitara yo esas chifladuras a Laura ... SoFIA. No te a1lijas; son cosas de la juYentud y con ella pagan sin d~jar huella. ZE~OBIA. Eso estaría bien si Laura tuYiera for– tuna y no tuviera que aprovechar su juventud; pero . siendo pobre debe preocu– par:=-e de su porYenir y casarse cuanto an– tes. SOFIA. IIav tiempo ... A una joven inteligente y hueña no le falta con quién casarse. ZENOBIA. Es que quiero que aproveche su P.ritner~ suerte. Yo estoy v iej a y pued? mo– rir de repente ... Entonces correría el riesgo de quedarse solterona. I t

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