Sentimientos vencidos : comedia en tres actos

l– el la .Ii S r– a – S . e 1 SENTn1IE~T0S VENCIDOS 37 (Las mira). Así. .. así no . .. hay que levantar las del centro un poco... Ahora están bien. ALBERTO. IIan quedado muy artísticas y se lu– cen bastante. SOFÍA. (Pasando unas rosas a Alberto). Toma estas para el ojal. .. Son recién co_rtadas. ¡Qué olorosas y frescas están! ALBERTO. (Tornándoles el olor) . Efectivamen– te... Es un perfun1c que embriaga y alivia el corazón. ~De qué parte vienen eslas flo– res, marná1 ·SoFíA. (Riéndose). No de donde te envían sien1- pre. Estas las ha traído Virginia. ALBERTO ¡Qué mujer tan buena! Siempre aten– ta. conmigo a pesar de su pobreza y sufri– mientos. SOFÍA. Estaba convertida en una Magdalena por el llanto y venía toda rasguñada y san· grando ... Pepe se ha en1 borrachado más de lo de costumbro y porque 110 ha querido darle el sueldo de su lavado, le ha pegado. ALBERTO. El licor y el nuevo vicio del juego que ha agarrado, lo embrutece cada día 1nás. :Oile a Virginia que entre para acon– sejarla y darle algo. (Metiendo la mano en el bolsillo). SoFiA. (Lla,nando por la ventana). Virginia... Virginia... No oye .. . Ya 1nuy distante y camina n1uy ligero; pero dijo que volvería más tarde. (Saena el teléfono). SoFLL A quión lla1narán con tanto apuro ... ¡Aló! &con quién habloº? ¿~Con el número 1293;? ALBERTO (Saltando) . Yo hablaré mamá. SoFíA. Bueno; pero no te agites. • •

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