Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura volumen II

97 Ciencia, Tecnología y Cultura de la etapa analizada, a continuación nos referiremos a este período gubernamental. Durante la dictadura militar (1973-1990), se puede distinguir tres perío- dos desde un punto de vista de la política urbana y la aplicación de ésta al AMS: 1973-1979; 1979-1985; 1985-1990. 1973-1979 En esta etapa podemos decir que primó un “Estado controlador”, que buscaba contener el crecimiento de la ciudad. En efecto, el gobierno mi- litar diagnosticó tempranamente la macrocefalia de la ciudad capital de Chile, asegurando que ésta concentraba el crecimiento económico del país en desmedro de la periferia y que, por ende, era necesario “romper deliberadamente este ‘círculo vicioso’” (Rodríguez Seeger et al. , 2006, p. 583), lo cual fue abordado explícitamente en la Estrategia Nacional de Desarrollo Regional 1976-1990, publicada en 1975. Ese mismo año, mediante un Decreto Supremo (DS N°193), el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) decidió frenar el crecimiento en expansión de la ciudad, trazando un límite urbano muy conservador que, básicamente, incorporaba a la ciudad el área urbana que había crecido fuera del límite establecido en 1960, y reservaba algunas hectáreas sin urbanizar para permitir el crecimiento de la ciudad dentro de la próxima década (Pe- termann, 2006). A diferencia de lo que había ocurrido anteriormente y de lo que sucedería en períodos posteriores, este límite trazado por el gobierno militar fue respetado. Petermann ( Id., p. 217) atribuye aque- llo a dos factores: En primer lugar, señala que “…por esos años la cons- trucción de viviendas sociales cayó fuertemente,… [pues] la edificación pública casi cesó luego del golpe militar de 1973… La caída del gasto en vivienda fue parte del ajuste fiscal general que se hizo por esos años”. Por otra parte, siguiendo a la misma autora, en 1976 se habría vuelto a invertir en vivienda social, pero entonces se utilizó el suelo dentro del límite reservado para ello. Agrega que “tal vez no sea casualidad que, cuando el suelo comenzó a escasear a fines de 1978 y los precios a subir, el límite se liberalizara en 1979” ( Id. , p. 218).