Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura volumen II
59 Ciencia, Tecnología y Cultura de química de Greenpeace. Braungart extiende la perspectiva tecnológi- ca hacia una visión orgánica de la naturaleza y, al crear “Cradle to Crad- le” Products Innovation Institute (De la cuna a la cuna. Rediseñando la forma en que hacemos las cosas), se propone una nueva forma de inter- pretar el ecologismo y su consigna principal, que tiene tradicionalmente la regla de las tres R (reducir, reutilizar, reciclar). Braungart, sin embargo, junto al arquitecto paisajista estadounidense William Mcdonough, hace una reinterpretación del ecologismo, ya que reducir el impacto sobre el medioambiente sólo produciría una ralentización del mismo, pero es- taríamos llegando a idéntico final. Por tanto, frente a este panorama, proponen atajar el problema desde su raíz, es decir, tener en cuenta to- das las fases de los productos involucrados (extracción, procesamiento, utilización, reutilización, reciclaje). Los conceptos claves de la filosofía en Cradle to Cradle son intuitivos y enraizados en la imitación a la naturale- za o, mejor, en la conexión con ella. Una síntesis de los principios en que se basa sería: a) Utilización de la energía que llega a la Tierra ahora mismo, en lugar de la energía almacenada en materiales procesados en el interior del planeta durante milenios (combustibles fósiles). b) El cierre completo de los ciclos de materiales. En los ecosiste- mas del planeta no existe el concepto “basura”. Nuestras socie- dades pueden hacer lo mismo, diseñando todos los productos de modo que los materiales se reciclen en el mismo uso. Es decir, que se reciclen hacia arriba, que el siguiente uso tenga más valor que el actual. Un ejemplo de este tipo de reciclaje real (usado en los bosques y selvas del planeta) es el de los materiales com- postables: al integrarse en el ciclo biológico, se convertirían en árboles, animales o nosotros mismos, mediante la digestión de los materiales en compost y posterior fertilización de cultivos. La naturaleza no conoce basura, todos los residuos son nutrientes. Aquí tenemos que contemplar dos ciclos de materiales indepen- dientes e inmiscibles: el ciclo biológico (alimentos) y el ciclo téc- nico (aparatos, vehículos y otros productos).
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