Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura volumen II

57 Ciencia, Tecnología y Cultura en curso, y que, idealmente enriquecida por un equipo colegiado y mul- tidisciplinario, ofrecerá sin duda respuestas innovadoras que permitan reorientar el camino hacia un desarrollo sustentable. La conciencia sobre la finitud del planeta y sus recursos se en- frenta al crecimiento y a la (des)información. Dicho crecimiento, trans- formado en excrecencia, ha producido zonas de sacrificio, involución o desaparición de la vida en otros lugares. Estas zonas ya nos han alcanza- do en nuestro hábitat (piénsese sólo en la ausencia de agua en Petorca 4 , La Ligua y en 76 otras comunas de Chile). Superar la crisis, que se produ- ce mayormente por falta de ética y de regulación, y no por carencia de conocimientos científicos y tecnológicos, sólo puede ser el resultado de poner límites para lograr la sustentabilidad. Esto nos obliga a repensar, en la academia, la concepción de habilidades “blandas o relacionales”, y habilidades “duras”. No cabe duda de que la ciencia y la tecnología presentan un amplio campo de oportunidades para mejorar las condiciones de vida en nuestro planeta. Sin embargo, reconocerlas y aprovecharlas requiere desarrollar una sensibilidad estética que amplíe el campo de percepción e incentive la comunicación entre las ciencias y el humanismo. Aquí no se expondrán soluciones técnicas, que en una gran va- riedad ya existen, pero que difícilmente se aceptan en el mercado por su aún controvertida relación con el modelo económico. Se trata más bien de reflexionar sobre las condiciones necesarias que permitan in- novaciones tecnológicas para modelos sostenibles, y que éstas puedan implementarse y circular. La función del Estado debiera ser promover, fomentar, así como contribuir a la creación de aquellos emprendimien- tos que se comprometan y tengan en su esencia defender la naturaleza y el medio ambiente. 4 El modelo de industria extractiva, asociada al monocultivo y a la agroexportación mediante desmesuradas plantaciones de paltas en dicha zona, ha generado alteraciones en el ciclo hi- drológico en el terreno, como producto de la depredación de sus ríos. Una palta tiene la huella hídrica de 200 litros de agua. En necesario preguntarse cuál es el resultado global cuando exportamos una fruta. Cfr. El aguacate. El lado oscuro del superalimento , DW Documental. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=lWqUSGJg1eU.

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