Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura volumen II

48 Cuadernos de Beauchef necesarios y otros que son socialmente indeseables. Es más probable que la profesión con sentido esté ligada al mantenimiento de la vida y al bienestar de las personas. No debemos resignarnos a aceptar que la noción de produc- ción, a la que se liga nuestra profesión, se mida exclusivamente en pesos. Si lo hiciéramos, dejaríamos de valorar la naturaleza de lo que nuestro trabajo produce y las posibilidades de dar sentido a nuestra profesión serían muy bajas. ¿Cómo puede medirse de igual manera un trabajo que produce venenos que destruyen la vida y otro que logra calefaccionar las escuelas del sur de Chile con energías limpias? Podemos orientar nuestros esfuerzos a construir sociedades en las que merezca la pena vivir. La evidencia del cambio climático nos in- dica que, sin acción, no hay esperanza. Aunque se critique mi discurso por moralista, sostengo que la acción climática es nuestra responsabi- lidad. La ingeniería es una profesión de acción, que puede orientarse a la mantención de las formas de vida sustentables y a la transformación sociotécnica, productiva y de la cultura material, guiada por misiones que la sociedad priorice y valore. Esta profesión ha servido al país, dando soporte a grandes pro- yectos de la república, como por ejemplo la superación de los traumá- ticos terremotos de principios de siglo, mediante el desarrollo de la in- geniería antisísmica, la electrificación, el logro de amplia cobertura de agua potable y servicios sanitarios; el hacerse cargo, con el talento y la fuerza local, de la producción de cobre en el proceso de nacionalización; el acceso a las telecomunicaciones y su provecho para los ciudadanos (por ejemplo con la modernización de los servicios del Estado de amplio uso, como el Registro Civil y el Servicio de Impuestos Internos). Las ingenieras, los ingenieros y sus gremios pueden haber in- fluido en la priorización de estos proyectos, tanto en su rol ciudadano como en otros que pudieran adoptar en la administración del Estado, en la política o en el sector privado. Estos “proyectos país” debieron convertirse finalmente en una política pública para que se les asignara

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