Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura volumen II
121 Ciencia, Tecnología y Cultura y reflexionando críticamente sobre la realidad que nos toca enfrentar, nos orienta en las decisiones. Y esto no sólo entre las opciones dicotó- micas y extremas, sino también respecto de aquellas situaciones en la vida (personal y profesional) en que ignoramos qué vía de acción tomar, qué pensar o cómo evaluar y/o juzgar una situación dada. Discernimos éticamente para tomar decisiones, no para especular sobre la realidad. Para un discernimiento ético adecuado, debemos desarrollar las habili- dades de comprensión crítica de la realidad, de una evaluación integral de los impactos de nuestras acciones de manera autónoma y libre, no perdiendo nunca de vista la incertidumbre de los escenarios en los que estamos y nos movemos, y que afecta también nuestras decisiones. Así, conocer y analizar críticamente casos similares a los que enfrentamos puede ser de ayuda en las decisiones, pero no es suficiente. De ahí la importancia de la práctica y la reflexión, sobre todo en el proceso de formación profesional (o de futuras generaciones de profesionales). Marcos normativos y vida colegiada Toda formación ética ocurre en una esencial dinámica relacio- nal y colectiva. Dicha formación trata de la expresión de la singularidad de cada persona, pero requiere también de una expresión colectiva, que haga operativas las dimensiones de la identidad profesional junto a los principios y valores, así como también la de la capacidad de discerni- miento. Esta “operatividad” está dada por marcos institucionales y nor- mativos, que son la expresión de una identidad también colectiva. En el ámbito profesional, ello está dado por los colegios y/o asociaciones pro- fesionales que, entre otros asuntos, elaboran códigos éticos y normati- vos. Estos son “mecanismos éticos concretos” (Bilbao, Fuertes y Guibert, 2006, pp. 281ss), que permiten expresar la propia identidad (profesional y/o institucional), así como explicitar lo que entienden como una “activi- dad profesional moralmente irreprochable” ( ibid .). Es así, pues, que co- nocer los códigos de ética, así como discutirlos, aplicarlos en estudios de caso o en situaciones reales, contribuye al desarrollo tanto de una sensi- bilidad ética como de un juicio ético fundado. Es importante aclarar que no es suficiente saber que existen o sólo saber el contenido de los có-
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