Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura volumen II
109 Ciencia, Tecnología y Cultura las propiedades emergentes de los sistemas territoriales, es decir, aque- llas características que los distinguen como sistemas complejos únicos y diferenciados, lo que también incidirá en su gobernanza. Un ejemplo de esto son los riesgos socionaturales que caracterizan al AMS, los cua- les se han incrementado de forma irresponsable, mediante decisiones de los actores estratégicos respecto de planos reguladores y proyectos inmobiliarios, favoreciendo el crecimiento de la ciudad sobre áreas de riesgo, según se describió, y, por ende, ignorando las particularidades del entorno físico-natural de la ciudad. Así, en el contexto mencionado, un rol fundamental lo tienen las universidades, instituciones que reali- zan estudios de riesgos socionaturales y tienen autoridad intelectual e independencia para difundir los resultados de los mismos, no solo en instancias especializadas, sino también y de manera prioritaria hacia la ciudadanía, las instituciones gubernamentales en todos los niveles y, por cierto, hacia los actores privados que construyen ciudad (inmobiliarias). En segundo término, es necesario conformar una instancia para establecer las políticas de la ciudad, así como para planificar y coordinar el desarrollo metropolitano, para lo cual proponemos la constitución de un Comité Metropolitano. Este Comité debe tener carácter autóno- mo y estar compuesto por miembros de organizaciones ciudadanas y universidades, las que propondrán a sus representantes, así como por profesionales independientes acreditados en temáticas urbanas, quie- nes podrán postularse directamente. El comité así conformado deberá coordinarse con las instancias gubernamentales (de todos los niveles) cuya acción incide en el territorio metropolitano. Esta entidad deberá formular las políticas concernientes a su territorio, liderar los procesos de planificación en el nivel metropolitano y autorizar el desarrollo de los grandes proyectos inmobiliarios, en concordancia con dicha planifica- ción y los resultados de las evaluaciones ambientales que se debe exigir a los mismos. Todas estas tareas han de ser acompañadas por procesos participativos, que incluyan el diálogo, la concertación de intereses y otras formas de interacción horizontal para la toma de decisiones. En tercer lugar, es fundamental que surjan y se consideren dis- tintos organismos consultivos y deliberantes para interactuar con la ins-
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