Los Futuros Imaginados

l o s f u t u r o s i m a g i n a d o s 98 99 es individual sino forzosamente social, un tejido conjunto. Es decir que en la investigación indisciplinada, lo artístico no se comprende como una creación en solitario, sino como un apunte, una intervención, una modificación en los códigos culturales previos (Bourriaud, 2004). Una in- tervención que no solo interfiere en los sistemas simbólicos o de repre- sentación, sino que trastoca la realidad (Rancière, 2005). Lo mismo que sucede con la investigación. En la tarea investigativa estamos recolec- tando ideas, pensamientos y teorías que otros y otras han desarrollado; las sumamos y las intervenimos hacia construir “nuevas” reflexiones. Así, recordamos dos aspectos fundamentales del conocimiento: uno, que no es exclusivo de la mente o la cabeza sino que al igual que el arte nos atraviesa todo el cuerpo, nos transforma y nos conforma de una manera o de otra. Y dos, que nuestro cuerpo a su vez está atravesado por otros cuerpos; según Marina Garcés, es un cuerpo continuado 1. Podemos argu- mentar entonces que los conocimientos indisciplinados son cultivados a través de intervenciones y alianzas culturales entre cuerpos continua- dos, sociales y políticos. Bastaría recuperar el concepto de los cuerpos dóciles (Foucault, 2000) para alarmarnos de nuestra propia obediencia, y recordar que la disci- plina que aprendemos, incorporamos y reproducimos nunca es neutral. Sobretodo en un contexto como el latinoamericano, y en específico el chileno actual, la disciplina –ya sea académica, artística o militar– re- produce estos cuerpos dóciles de los que nos hablaba Foucault y otros muchos autores y autoras que lo han retomado. La disciplina endurece y, diría Rancière, embrutece (2003, p.79). Es por eso que es urgente eman- cipar la investigación hacia nuevas formas de organización que vinculen los saberes académicos y artísticos con la vida misma y el sentido co- mún. Situarnos en lo desconocido (Atkinson, 2011) para aprender nuevas formas de imaginar y de pensar, de hacer y, finalmente, de ser. Agradezco la invitación que me hicieron para venir a Chile con la inten- ción de debatir en torno a la investigación artística por la reciente pu- blicación del libro La investigación artística. Un espacio de conocimiento disruptivo en las artes y la universidad que escribí en coautoría con Fer- nando Hernández. Una de las pregunta que plantea dicha publicación es: ¿Qué pasa cuando lo artístico se infiltra en la universidad y quiebra los preceptos de lo que había- mos entendido por investigación? Cuando esta pregunta se encontró con las demandas sociales del enardecido 1 “Pero ¿y si los cuerpos no están ni juntos ni separados sino que nos sitúan en otra lógica relacional que no hemos sabido pensar? Más allá de la dualidad unidad/separación los cuerpos, se continúan” (Garcés, 2013, p. 30). c a p í t u l o 1 . l a h i s t o r i a e n e n t r e d i c h o contexto chileno, se trasformó en: ¿Qué pasa con lo artístico y lo académico cuan- do afuera de las aulas las/los estudiantes y los/las profesoras están viviendo condicio- nes invivibles? Marina Garcés en su libro Un mundo común , desarrolla la idea de lo invi- vible como algo que nos atañe directamen- te, un punto de contacto entre las diferen- cias, un compromiso que no es partidista, no es opcional, y que no puedes evadir. En lo vivible y lo invivible nos encontramos comprometidas, comprometidos. Si el arte puede contribuir en algo a las condiciones sociopolíticas por las que es- tamos atravesando en América Latina, es en extrañarnos del cotidiano, de lo nor- malizado, de lo consensuado y de lo dis- ciplinario. Lo artístico puede conformar miradas y sensibilidades que desconozcan estos ordenamientos, que no los expliquen o justifiquen, sino que nos emancipen ha- cia una distribución más digna, hacia ima- ginar vidas vivibles. Aunque esta afirma- ción pareciera una tautología, hoy en día se ha perdido el vínculo entre la vida y lo vivible. En el contexto de la universidad y del arte, debemos imaginar nuevas formas de organizar- nos para pensar a través del cuerpo una universidad y una educación artística dignas. Como dice este cartel que formó parte de las protes- tas de octubre de 2019, debemos luchar hasta que valga la pena vivir. Fotografía: Oleg Yasinsky / Desinformémonos. Las paredes hablan. Día 38 de la revuelta popular. Santiago de Chile. ¡ i n t e r d i s c i p l i n a r ( n o s ) e n e l a r t e , h a s t a q u e i n v e s t i g a r v a l g a l a p e n a ! // natalia calderón

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