Los Futuros Imaginados

l o s f u t u r o s i m a g i n a d o s 188 189 Nury Gutés/Eleonora Coloma Texto en forma de diálogo entre las académicas del Departa- mento de Danza de la Universidad de Chile, Nury Gutés (NG) y Eleonora Coloma (EC), en torno a la pregunta ¿Cómo los y las artistas se cuestio- nan sus prácticas y discursos sobre el arte y desde el arte, en relación a la profunda movilización social que está experimentando Chile? EC: Bajando la escalera del metro, escucho la robótica voz de una mujer que por altoparlante indica “ayúdanos, no está permitido comprar a ven- dedores ambulantes y colaborar con músicos al interior de los trenes”. La voz me recuerda la visión de personas alienadas bajo el mandato de una voz fantasmal, en películas de ciencia ficción, tipo la imagen de Un Mundo Feliz de Huxley y pienso: Llegó el tiempo en que esto que parecía tan lejano, se transforma en una realidad presente. La petición de ayu- da al lado de la prohibición, me re- sulta una paradoja. Prohibición que indica no ayudar económicamente a quienes piden una moneda de cam- bio respecto a un servicio. Luego, me pregunto ¿qué hay detrás de esta pa- radoja? Me parece que es el expresar con amabilidad la suerte de una có- moda cárcel. NG: Desde siempre la idea de viajar conlleva imperativos que es bueno poner en el tapete. Personalmente, pocas veces compro algo dentro de un carro de metro, quizás una botella de agua en una tarde calurosa. Cada uno de los que están en ese cotidia- no viaje, como tú y como yo, posible- Los futuros imaginados. Notas de campo... simplifica, simplifica // Nury gutés es artista escénica, coreógrafa y do- cente. Actualmente es académica de la Facultad de Ar- tes de la Universidad de Chile en el Departamento de Danza. Completa su formación en el Centro Nacional de Danza Contemporánea en Angers, Francia. Ha dirigi- do más de 30 montajes grupales e individuales donde el cuerpo en su dominio gestual y expresivo son el eje temático de su trabajo en danza contemporánea. // eleonora coloma se forma como compositora en la Universidad de Chile obteniendo los grados de Licenciada en Teoría de la Música, Licenciada en Com- posición y de Magíster en Composición Musical, como también el Doctorado en Filosofía con mención en Es- tética y Teoría del Arte en la misma universidad. Ha estrenado obras para diversos conjuntos de cámara, también ha trabajado con música para teatro y estre- nado obras de música contemporánea para niños. c a p í t u l o 3 . V o c e s , c o m u n i d a d e s , e s p e r a n z a s . O p i n i o n e s y d i á l o g o s mente necesiten algo para sus esófagos. Solo el escuchar que es una prohibición nos pone en alerta. El capitalismo te propone comprar en cualquier lugar, rumbo a cualquier parte. No hay un solo espacio donde no te sea posible adquirir algo por pocas monedas. Estar encerrada en un carro de metro siendo transportada para ir a un encuentro, pretendiendo una llegada o en virtud de una partida. Nues- tras bocas de la ansiedad están siempre dispuestas a engullir. Estamos en el hambre de tiempo, como dice Hartmut Rosa. EC: Entonces, aparecen nuevas preguntas: ¿Quien soy? ¿La que compra evadiendo la prohibición? ¿La que sigue la prohibición y, detrás de esa actitud sumisa rompe con ese tipo de mercado? Hace dos días, caminábamos Nury y yo por el Paseo Ahumada en el Cen- tro de Santiago y viendo la enorme cantidad de plástico que se ofrece para venta en las veredas observábamos otra paradoja. Los objetos ba- ratos, confeccionados en serie, son vistosos y atractivos a los compra- dores. Solucionan el problema de todos aquellos que no pueden op- tar al sistema de trabajo legalizado por diferentes razones. La mayoría asociadas a la falta de oportunidades derivadas del mismo sistema que por medio del comercio ambulante les da de comer, contribuyendo a la contaminación creciente del planeta en su conjunto. NG: Los individuos ya somos masa humana que pulula en ciertas calles. Que da trancos zigzagueantes. Que se entorpece al caminar. Que busca y recorre dentro de un conjunto de cosas que forman el gran collage callejero. El individuo ahora es parte del collage. Somos la rareza que alimenta la aceleración. Digo rareza a un montón de cosas que no debie- ran estar ahí, cosas que no tendrían que estar juntas. El tránsito pertur- bador que constituye el conjunto urbanístico nos masifica con hambre de tiempo y peor aún, hambre de aceleración. El comercio que permite sobrevivir con sus colores brillantescos, revestido todo en plásticos mul- tiversión, agranda el collage. Pastelillos, relojes, libros con títulos sospe- chosos, y calzones amarillos para alimentar la superstición de la llegada de la buena fortuna el día 31 de diciembre. Evidentemente todas esas cosas están para ser consumidas. No creo equivocarme, pero me parece que es un comercio principalmente para mujeres y tutti cuanti . ¿Qué significan esos calzones amarillos? ¿Quiénes se aprontan a la // nury gutés, eleonora coloma L o s f u t u r o s i m a g i n a d o s . N o t a s d e c a m p o … s i m p l i f i c a , s i m p l i f i c a

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=