Los Futuros Imaginados

l o s f u t u r o s i m a g i n a d o s 184 185 Luis Orlandini Escribir un texto, una re- flexión, en torno a los acontecimien- tos actuales de Chile, del estallido so- cial, parecería algo menor pero creo que todas las iniciativas cuando son propositivas y tienen una intención constructiva, pueden ser un aporte a la construcción de un país mejor. La actual crisis que vive Chile tiene antecedentes históricos profundos y la desigualdad instalada es sin duda nuestro peor enemigo. Salir de una crisis social como la actual es muy complejo al parecer, aunque proba- blemente medidas más radicales podrían generar una nueva confianza en la clase política, aquella confianza que ya no se ve ni se vislumbra. ¿Tienen las áreas del conocimiento las herramientas para revertir la si- tuación? Creo a ciencia cierta que sí, pero que es una tarea de largo plazo. Las áreas del conocimiento, ya sean las humanidades, las ciencias o las artes, son parte de un todo aún mayor que es lo que llamamos cultura, o sea, todas las actividades que hacen de los seres humanos una verdadera comunidad. Nuestro país, en los últimos treinta años ha dado muestra de pasos sig- nificativos en la institucionalización de Ministerios que no existían y que eran por cierto, necesarios. Dos de ellos, el de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y el de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación ya están instalados y deberían contribuir al cultivo e incentivo de áreas relevantes del conocimiento humano. Los futuros imaginados. La contribución de las artes al desarrollo de las personas // luis orlandini es Intérprete con mención Guita- rra Clásica de la Universidad de Chile. Realizó estudios de postgrado en Alemania y Austria. Actualmente es Profesor Titular de la Facultad de Artes. Se ha presen- tado en salas de América, Europa y Asia, efectuando más de un centenar de estrenos de obras y partici- pando en festivales como profesor, jurado y músico de escenario. El año 2007 obtuvo el Premio Presidente de la República por su aporte a la música en Chile y en 2010 fue nombrado Miembro de Número (sillón n°14) de la Academia Chilena de Bellas Artes del Instituto de Chile. c a p í t u l o 3 . V o c e s , c o m u n i d a d e s , e s p e r a n z a s . O p i n i o n e s y d i á l o g o s Pero luego de ello vuelven a aparecer preguntas: ¿Cómo, luego de tan importantes iniciativas, tenemos un estallido social en nuestro país? ¿Es- tos hechos no se relacionan? ¿Los nuevos Ministerios no han tenido un eco en nuestra sociedad? Al parecer no. Y la explicación o la respuesta podría venir desde otro ámbito, del cual mucho se ha hablado y poco se ha concretado: la educación. Las artes, que es el ámbito que pretendo abordar en éste breve escrito, ha sufrido a través de la prehistoria y la historia del ser humano distintos derroteros y significados. Nos ha acompañado en nuestras celebraciones rituales, en la religión, en las milicias y también en los ámbitos comer- ciales. Las artes son un componente inherente al desarrollo humano, sea este utilitario, decorativo, combativo o simplemente una expresión acotada en su propia significación. Hoy es bastante evidente y hay suficientes consensos para poder con- siderar que la educación de las personas, desde la primera infancia es consustancial para su desarrollo y garantiza una vida mejor, más plena, más satisfactoria desde todo punto de vista. Hoy vemos cómo las expresiones artísticas, entre ellas la danza, el teatro, las artes visuales, la música y todas las artes emergentes en torno a la performance, tienen cabida en el estallido social de Chile, denunciando, celebrando, lamentando, vociferando y de muchas otras maneras. Personalmente creo que W. A. Mozart con su maravilloso Requiem , por mucho que se interprete en variados lugares de nuestro país, generando una confluencia muy beneficiosa para personas que agradecen que se les haga llegar este tipo de música, no generará cambios ni será la solu- ción a las demandas ciudadanas. Tampoco lo logrará la hermosa canción “El derecho de vivir en paz” de Víctor Jara. Tampoco los grafftis, tampoco los bailes y danzas en las calles. Un país se desarrolla integralmente cuando toma decisiones acertadas y logra más allá de ideologías particulares, trazar un camino donde todos estén involucrados y todos tengan los mismos derechos y deberes. No hay duda que en Chile esto no ha sido así y nuestra actual Constitución Política así lo demuestra. Se ha abusado en demasía y hoy no se puede tolerar más. // luis orlandini L o s f u t u r o s i m a g i n a d o s . L a c o n t r i b u c i ó n d e l a s a r t e s a l d e s a r r o l l o d e l a s p e r s o n a s

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