El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973

Por otra parte, del sector aficionado no se esperaba otra c© sa que la reproducción a escala local de este mismo viejo tea tro, evitando que esta expresión artística se hiciera cargo de necesidades creativas y culturales independientes del pro­ yecto estatal. En el fondo, la política teatral del Frente Popular se basó en destinar mayores recursos económicos para el proyecto es­ tético-cultural ya esbozado por el gobierno precedente. Con tinuidad y no ruptura, aunque también disidencias. Ello a cargo de dos sectores bien específicos del movimiento tea - tral: el cada vez más debilitado teatro obrero de inspiración socialista y un sector importante de jóvenes artistas profe­ sionales, que también reconocían filas en la alianza frentis ta. ~ Del primero llama la atención su espíritu conciliador con la política gubernamental, tanto en forma como en contenido. Por más declaraciones críticas que hiciera, por ejemplo, la Comisión de Cultura de la CTCH, no existió ninguna moviliza­ ción ni presión efectiva sobre éste como en el período pre­ electoral . Simplemente, se limitó a solicitar que el gobierno asumiera su propio programa, el cual había incorporado las peticiones obreras profusamente manifestadas desde 1936. Desde esa fe­ cha y hasta 1943 — última moción de la CTCH sobre cultura po pular, tres años antes de su desaparición— ,el movimiento o brero organizado solicita una gestión más democrática, re - presentativa y moderna en el DEC: planificación y centrali­ zación administrativa; ampliación de sus presuouestos, per­ sonal, beneficiarios y actividades. No existe, entonces, ningún cuestionamiento al contenido del proyecto político- cultural. Asunto""bastante difícil, por lo demás, desde que la CTCH y los partidos obreros habían no sólo integrado, si­ no estimulado la formación de la coalición frentista y la e láboración de su programa. Si el movimiento obrero organizado se preocupa de demandar a la modernización y democratización de la infraestructura es­ tatal dedicada a la promoción de las artes entre los secto­ res populares urbanos y rurales, críticas algo más radicales provienen de ciertos círculos de intelectuales y artistas pro fesionales jóvenes. Acá lo que se echa de menos es un aspee-

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