El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973

porte para las compañías profesionales que lo solicitaran(1). Pero también inició la tarea de organizar temporadas de re­ presentación con elencos y salas especialmente contratadas pa ra el efecto. Medida que favorecía escasamente, y no de ma-' ñera global, la grave crisis económica del teatro profesio - nal. No pasó demasiado tiempo para que esta labor recibiera las más diversas críticas de parte de los supuestamente beneficia dos. En continuas polémicas públicas los gremios de actores” y de autores cuestionaron la gestión del organismo estatal. Por una parte, se le acusa de contratar a artistas extranje­ ros para sus temporadas especiales, obligando a los naciona les a emigrar al extranjero para encontrar trabajo. ” Elena Puelma, viuda de Arturo Bührle, señala al partir de Chile: "La DTN no ha hecho nada por a yudar a los cómicos de Chile. Triste es decir­ lo, pero es la realidad. Quizá ayude mucho más a un artista extranjero que a uno chileno". (Revista VEA, 1938). El actor Enrique Barrenechea sigue su camino:. "El teatro en Chile está corrompido (...). A quí no triunfa el buen autor y el fiel intérpre te, sino el más audaz, el que más se presta para transacciones bursátiles el que mejor se acomo da a las veleidades de las empresas y a los ca­ prichos de sus malos encauzadores" (Frente Popular, Enero de 1938). ( 1 ) Con el tiempo, casi a esta única función se vería reducida la labor de la DfN.

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