El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973
Y siguen los cambios: esta movilización no se efectúa sólo desde organismos privados cuya legitimidad radica en el va- los de su propia reivindicación, sino desde una base orgá nica pre-existente-integrada, aunque informalmente,, al apa rato del Estado (el citado Consejo de Cooperación). Tampoco se critica ai Estado por lo que hace, sino por lo que deja de hacer en materia cultural y artística. Ya no se re siste la iniciativa gubernamental sobre un terreno que qntes gozaba, si bien no tanto de libertad, de autonomía en su ges tión y orientación. Se la pide ahora acrecentada y perfec-” clonada, aunque bajo la fiscalización de sus destinatarios (las organizaciones gremiales y/políticas obreras existentes). Y es que "la clase obrera — oditorializa "Frente Popular" — comprende con toda justeza que para el mejor desarrollo como clase, que para su fortalecimiento orgánico, le es .indispen sable, un aervo cultural que la capacite para obrar en forma disciplinada y consciente en la prosecución de sus reivindi caciones, en el afianzamiento de sus conquistas. En este sen tido el Departamento de Extensión Cultural del Ministerio del Trabajo, puede y debe desarrollar una gran labor (...). Es evidente que si la clase obrera, los propios interesados en su avance cultural, participan activa y concientemente en la gestión directiva del Departamento, este organismo estatal ten drá que servir efectivamente a los deseos de culturización de todo el pueblo trabajador" (1). Las conclusiones dol Congreso apuntan en la misma dirección. Se llama "respetuosamente y en forma cordial y ardiente la a tención preferente de los organismos del Estado y de los Po deres Públicos, a quienes atañe este problema a las ins tituciones progresistas, a todos los hombres y mujeres de bue na voluntad para emprender una cruzada nacional por la cultu-(l) (l) Frente Popular, Santiago, 26 de Noviembre de 1937
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