El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973
Para el funcionario: varios motivos hacen de la difusión cultural un problema apremiante, que requiera por tanto de "la acción orientadora del Estado” y la "cooperación de to dos los hombres de buena voluntad". El desarrollo cultural constituye., en primer lugar, un ins trumento de movilización o integración de la ; , j po - blación a un proyecto de "reconstrucción nacional", tanto económico y social, como político y moral. Hoy esa masa, os un "peso muerto para el país debido al ele vado analfabetismo, a la orientación academ.icista (no-técnica de la educación y a la degradación moral ( alcoholismo, pros titución, vagancia, juegos de azar, etc.) en que se encuen-*" tran (1). Atender a esa masa, a través del desarrollo cultu ral promovido por el Estado contribuye, a su vez, a generar "como una de sus condiciones", el desarrollo auto-sustentado do la nación. Esto es, el pleno aprovechamiento de sus re - cursos humanos. El problema de la cultura remite así al del "nacionalismo" como orientación política central. Pues no se trata entonces de difundir cualquier contenido o práctica cultural, sino una que estimule un creciente proceso de auto nomía económica, política y espiritual de la nación y de sus habitantes: "Proclamar cultura, nacionalizando nuestra tie rra, entendiendo por nacionalizar el imprimirle* personalidad y fisonomía propia, cultivar y me jorar sus caracteres propios, desarrollar sus recursos..." Y citando al argentino Alfredo Colmo, enfatiza en otro de sus artículos:1 (1) "El Problema Cultural Obrero", Revista del Trabajo N° 10, Año III, Santiago, Octu bre de 1933.
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