El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973

vo ante un público urbano cada vez más masivo, se distien­ de. Tampoco la degradación ético-estética en que parece ha­ ber caído la producción sobreviviente se mostraba adecuada para hacer reflotar, sobre nuevas bases, o j o atractivo y e- se interés. En fin, frente a la pérdida de vigencia social, cultural y estética del teatro nacional, sus promotores y agentes no perdieron el tiempo. El período que va del 30 al 40 se ca­ racteriza precisamente por la búsqueda y discusión de dife­ rentes alternativas así como por la iniciación de experien­ cias inéditas. Lo primero que se produce, en todo caso, es la movilización de los autores y actores organizados en sus gremios tras la demanda de garantías para desarrollar su labor. Le sigue el agudo debate acerca de las causas y las salidas posibles de la crisis. Finalmente, algunas de las soluciones comienzan a obtener realización empírica. Pero, tomado como conjunto, este proceso, apunta a conjurar la triple dimensión de la crisis. Las polémicas, plantea - mientos y movilizaciones que envuelven al movimiento teatral recogen,-variados aspectos: Se asume, en primer lugar, la defensa de las fuentes de tra­ bajo amenazadas por la recesión por la competencia extranje ra del cine, ;; pago de derechos de autor, de los salarios y viáticos pactados entre empresarios y elencos, excensión de impuestos a las compañías nacionales. Para el teatro aficio nado se solicitan facilidades, si oien no estrictamente mon£ tarias, de infraestructura: locales donde actuar, escuelas