El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973
'’Santiago no puede sostener durante largas temporadas a una misma compañía, porque tie ne poco público aficionado al teatro, y eso público necesariamente se fatiga de ver a los mismos actores. Es claro que hay excep cioncs No es posible, pues, que el teatro chileno se mantenga corno cuerpo orga nizado, con una compañía permanente en cier tas salas determinadas. Pero el teatro na cional triunfa con triunfos dispersos (...) No es el teatro nacional lo que no se puede sostener, sino el espectáculo permanente. Los teatros, para no rodar hacia el desas tre económico, necesitan cambiar la revista por la comedia, ésta por la opereta, la op£ reta por el cine, y el cine por la tonadi - llera". (1). La estrechez y precariedad del mercado entonces, tenía que repercutir sobre el tipo y características de los reperto rios exhibidos por el teatro profesional: brevedad, infor malidad, improvisación, preeminencia de la actuación sobre el texto dramático, etc. Bien lo recuerda Rafael Frontau- ra en varios de sus testimonios: "El teatro se hacía a la diabla, con buena vo luntad, con fervor a veces, poro sin que ernpre sarios, ni autores ni intérpretes pudieran dis frutar nunca de tranqulidad para el estudio de las obras, ni de dinero para presentar espectá culos decorosos, que .atrajeran al público es IT quiv'J. pero en fin, se hacía lo que se podía. Y así fueron surgiendo autores... y actores que, a falta de tiempo para preparar la p r e sentación de las obras, lucían facultades inna tas, chispa de creadores geniales, facilidad de improvisación y sentido escénico rápido y efi caz-’ (2).1 2 (1) Daniel de la Vega: 1930. (2) Rafael Frontaura: 1959.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=