El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973
por ejemplo, el galán ''pije", cínico y calculador o el dan- dy sofisticado y despilfarrador-, el roto diablo y mentiroso, el hüaso ladino y socarrón, el provinciano ingenuo y arribis ta, el estudiante rebelde y soñador, etc. Por otra parte, la puesta en escena de esta producción dra - rnática se caracteriza por "la expresión enfática del texto y del gesto, la entonación idiomática a la española, con a- bundantes "eses" y "zetas"(l); el uso de telones pintados, de iluminación plana, a candilejas, y el empleo, del apunta dor, que supone textos no memorizados, salpicados de "morci llas", "latiguillos" y alusiones a las contingencias políti cas y social. Por cierto que los autores e intérpretes nacionales también recogieron influencias de otras latitudes. Algo se ha di cho de la francesa (2). Y en el caso de ]os dramaturgos, existieron también quienes desarrollaron géneros de mayor envergadura, técnica más acabada, temáticas más profundamen te observadas, dotadas de autenticidad y originalidad. Allí están por ejemplo los considerados tres grandes "clásicos" del drama chileno de comienzos de siglo: Antonio Acevedo Her nández, Armando Moock y Germán Luco Cruchaga. Respecto de quienes ni un crítico moderno corno Durán Cerda evita mencio nar su inserción social para explicar así de paso los escena rios y personajes que registraron en su obra. El primero,"de extracción popular", el segundo, "típico de clase media", el tercero, de "clase alta agraria", respectivamente (3).1 2 3 (1) Duran Curda: 1963. (2) Acevedo Hernández relata en sus "Memorias" (1955 ),quo su maestro Urzúa Rozas se o- ponía a los "gritos y manoteos", "latiguillos" y "exageraciones" da la escena espa ñola. Adhería un cambio a una "mayor armonía de movimiento y voz", "ademanes y eco nómicos" propios du la escuela francesa. Por otra parte, también puede- mencionarse aquí el estilo tan celebrado de actuación de intérpretes como Alejandro Flores, Pe dro Sienna y Rafael Frontaura, aptos para dar brillo a las comedias aristocráticas "de salón" o picarescas "de alcoba", generalmente de procedencia gala. Véase por ejemplo, de la Vega: 1930 y Rafael Frontaura: 1957, (3) Durán Corda: 1963.En este texto se puede encontrar una caracterización más completa, aunque todavía somera, de la obra de estos autores. El mejor trabajo conocido so bre Armando Moock y donde precisamente se cuestiona su integración a la escuela natu ralista, se encuentra en Grinor Rojo: 1971-1972.
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