El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973

el hecho de que la mayoría de los espectadores de teatro pro venía de sectores más o menos delimitados y homogéneos, la función tradicional del director se vaciaba. La imposición de su perspectiva individual al montaje comenzó a verse como mero autoritarismo, inhibidor de las significaciones que es­ te despertaba en los actores y técnicos— incluso, en los es pectadores. En esta visión adquiría también relevancia el hecho que frente al tipo de comunicación "vertical" que ofre cen los medios masivos, el teatro deseaba encontrar una al­ ternativa. En fin, todos estos fenómenos cuestionaban los fundamentos de la alta división del trabajo que imperaba en el modelo teatral difundido por las Universidades. Como respuesta aparece la creación y dirección colectivas de las obras montadas. El sujeto productor quería ser la "co­ munidad" artística toda, comprometida en el montaje. Finalmente, los públicos a los que el teatro quería dirigir­ se eran especialmente aquellos que hasta hace poco no habían estado presentes en su recepción: los sectores populares. De ellos se esperaba constituir, como algo se adelantara,un público distinto. Ojalá fueran las distintas comunidades so ciales y culturales las que accedieran organizadamente, lo ” mismo a la producción que a la recepción del teatro, generan do una confrontación crítica entre sus propias formas de vi­ da, realidad e inquietudes y las planteadas en la escena. En síntesis, se quería constituir públicos activos, participan­ tes, con independencia de juicio y de expresión. Sin pretender agotar la enumeración del nuevo proyecto tea­ tral que comienza a gestarse en estos ahos, y que trascen­ dían con mucho el ámbito universitario (1), habría que decir en éste se pone en juego una función distinta del teatro al interior de la sociedad y la cultura nacional que requiere de un nuevo tipo de intelectual para satisfacerla: la promoción del cambio social-,'reformista" o "revolucionario" de acuerdo1 (1) Antes bien, este se veía arrastrado por las otras modalidades que surgían: los tea­ tros de las nuevas instituciones del Estado, las de las organizaciones de masas y los teatros independientes de experimentación.

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