El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973

cirse que era la expresión "orgánica”— , la realización pie na del primero suponía el éxito del segundo. Pero la estrategia de desarrollo lejos de alcanzarse, se ha­ bía estancado desde mediados de la década del 50. Se acumu­ laban con ello las demandas insatisfechas de vastos sectores sociales,amplificados por la progresiva democratización pol¿ tica que vivía el país desde 1958. Ante ello, comienza la formulación de proyectos alternativos de desarrollo por parte de un renovado centro político ( la Democracia Cristiana) y de la izquierda, respectivamente.Su denominador común parece ser la introducción de "reformas es tructurales" al modelo económico y político. Como se sabe, estos programas reformistas avanzados — sea en un sentido "neo-capitalista" o "socialista"— logran imponerse e imple- rnentarse entre 1964 y 1973. Pues bien, el agotamiento del modelo económico restaba re - cursos para la actividad cultural y específicamente la tea­ tral , ya sea los proveídos directamente por el Estado o a través de las Universidades. Por otro lado, el clima de de­ mocratización social y político generaba nuevas demandas que los teatros universitarios les costaba satisfacer. Aparecían reactivadas vastas capas sociales que no parecían reconocerse en la producción, la difusión y la extensión tea tral impulsadas por las universidades, si es que obtenían al gún acceso a ellas. Frente a esos nuevos sectores, el proyec to estético-cultural mostraba serias limitaciones no sólo pa ra difundirse sino también para reproducirse. No es difíciT intentar darse una explicación. La modernización teatral propuesta exigía concentración tec­ nológica, infraestructura, recursos humanos, etc.: en suma, un costo económico superior a sus realizadores. Y si bien la capacidad de significación y expresividad estética del teatro pudo aumentar ("elevarse") con respecto al modelo inmediata­ mente anterior, el nuevo no resultó operativo para ser util.L zado por sectores de menores recursos, como los aficionados, por ejemplo. A pesar de los grandes esfuerzos, especialmen­ te de la Universidad de Chile, por insuflar nueva vida al tea