El estado en la escena : teatros universitarios de Santiago 1940-1973
"Desgraciadamente para los nuevos pasos que de bió dar este movimiento y para los nuevos prin cipios que debieron animarlo no- hubo el mismo es píritu vital, creador, unitario y poderoso que tuvo la generación de la década del 40. Grandes problemas quedan sin solución ---entre otros— la captación de un verdadero público nuevo y darle otra vez al teatro los valores que tuvo en todas las grandes épocas del teatro: su sentido profun damente popular y nacional..."(1). Con respecto al primero de esos problemas, el autor señala en un artículo publicado diez años más tarde: "Luego de algunos experimentos frustrados de a- cercarse a un público popular --cuestión que es responsabilidad dél Estado y de quienes dirigen y hacen teatro— se ha producido el pesimismo y el desánimo entre quienes habían postulado esa opción. Para el hombre de hoy, su cultura y for mas de vida, ya no sería posible un teatro popu lar. El teatro, el arte sería selección. El teatro es sólo grandes personajes, grandes pro blemas, grandes ideas, accesibles a aquellos hom bres de sensibilidad superior, de alto nivel cul tural y jamás a las masas, a la infinita y va riada vastedad del pueblo". (2). Pero el público — continúa Piga— se habría alejado del tea tro por varias razones: el divorcio entre los contenidos de las obras con las masas populares, el difícil acceso a las salas, los altos costos de las localidades, los niveles e im pacto de una formación educacional 'que no prepara al hom-” bre para el arte sino, al contrario, le imprime la idea del "arte adorno", del arte como lo superfluo o lo inútil". (1) Domingo Piga: 1964 (2) Domingo Piga: 19.74
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