Aisén Reserva de Vida: testimonio de un arquitecto activista ambiental formado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile

34 Aisén Reserva de Vida capa de ozono y el cambio climático, subproducto del “desarrollo” de nuestros “ídolos”. Debemos admitir que, por más convencidos que estemos del “Aisén Reserva de Vida” y que existan grandes avances en ese sentido, hay veces en que uno se siente tratando de parar una aplanadora con el dedo. Y cómo no va a ser frustrante, cuando incluso en la región se cae cada vez más en la solución liviana, la cultura del gigantismo y el egoísmo político económico cortoplacista, que impide ver más allá del nuevo paternalismo de las transnacionales y la gran empresa. Pero, sin dejar de ser realistas y dejando todo pesimismo a un lado, vemos que hoy, de una u otra forma, los intelectuales y autoridades de Aisén han adoptado el slogan de ‘Aisén Reserva de Vida’, y más de algún empresario ha descubierto que con eso le agrega valor a su producción; el turismo ha tomado una gran importancia y los aiseninos se despiertan con el orgullo de vivir en una región valiosa. Incluso, la Estrategia de Desarrollo Regional es de tipo ambientalista, y existe una preocupación, más allá de lo habitual en algunos servicios públicos y empresas, por la sustentabilidad y por no contaminar. También ha servido de advertencia a quienes obran o pretenden obrar en forma contraria a esta idea. Cabe agregar aquí que este tema es consensual en la región y que Aisén es cuna de connotados líderes “verdes” como el Senador Horvath y el ex Director Nacional del Servicio Agrícola y Ganadero y actual Diputado, Leopoldo Sánchez. Por cierto, todo esto podría ser mucho mejor aún y, si algo se ha avanzado en lo conceptual, aún queda mucho camino por recorrer para plasmar esta idea en hechos concretos. En eso estamos trabajando. Tenemos claro que este es un proceso lento y difícil y que en la Patagonia “el que se apura pierde el tiempo”. “Al principio estuvo el verbo” y nosotros creemos que se es lo que se quiere ser, y Aisén deberá pronto definir cuál es su proyecto de vida. ¿Permitirán los aiseninos que su región pase a ser un lugar más como cualquier otro en el mundo, con sus mismos problemas? ¿Podremos continuar avanzando en complicidad con un modelo

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