Aisén Reserva de Vida: testimonio de un arquitecto activista ambiental formado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile
16 Aisén Reserva de Vida el intertanto, también seguimos dedicados al montañismo y haciendo alguna expedición y varias primeras ascensiones patagónicas, la mejor forma de conocer el verdadero territorio y desde arriba. En 1994 trabajamos, además, en el estudio Diagnóstico y Localización Nuevos Centros Poblados Litoral Norte de Aysén (Hartmann, 1995), lo que nos permitió conocer el mundo aparte que es el litoral norte de Aisén. La Topía Si bien la propuesta de ‘Aisén Reserva de Vida’, es para algunos una utopía −de esas “sin lugar” que sirven como para ir hacia ellas buscando el horizonte, y por cierto algo de eso tiene−, para nosotros es una topía, tiene lugar, y ese lugar es el territorio de la Región de Aisén. ¿Y si no fuera así, qué hacemos como ordenadores territoriales en esto? Es más, esta es la demostración del amplio campo de acción que podemos tener los ordenadores territoriales. En todo caso, lo que no queremos, en ningún caso, que sea, es una distopía, el “mal lugar”, pues de esos ya hay demasiados en el mundo. Finalmente, y antes de entrar en materia, es necesario aclarar porque acá escribimos Aisén. Quien utilizó por primera vez ese topónimo fue el Padre José García en 1766-1767 (García, 1875/1879), y como su viaje era en compañía de los canoeros chonos (caucahues) lo lógico es que estos fueran quienes le transmitieron esa voz al misionero jesuita. Según Steffen (1944), una noticia de Moraleda consigna que la palabra Aysén viene del veliche (sudaraucano), lo que significa internación y cuando designa la entrada de mar en especial, significa que él penetra en forma especialmente profunda. García y posteriormente en las cartas náuticas de Moraleda, escriben Aysén con “y”. Sin embargo, según el profesor lingüista L. Galindo (2001), al modificarse la ortografía española antigua de la “y” a la “i” (como con: Valparayso, Reyno, Buenos Ayres, quedando Valparaíso, Reino, Buenos Aires), en rigor significa que Aisén se debiera escribir con “i”. Sin embargo, muchos continuaron usando la “y”, siendo ya prácticamente oficial, si bien las cartas del Instituto Geográfico Militar usaban Aisén. Por nuestra parte, al mandar a hacer nuestro timbre con “y” nos pusieron una “i”, y como en esos días apareció el megaproyecto
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