Aisén Reserva de Vida: testimonio de un arquitecto activista ambiental formado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile

11 Peter Hartmann Samhaber Conté con la orientación del arquitecto y urbanista Juan Parrochia Beguin (Traiguén, 1930 – Santiago de Chile, 2016) para realizar mi Seminario de Investigación en Urbanismo primero −trabajando en la Provincia Cardenal Caro− (Córdoba et al., 1981) y luego la Práctica Profesional −trabajando en Aisén− (Hartmann, 1982, y 2003). Así en 1981 trabajamos el Seminario en la provincia Cardenal J. M. Caro, ubicada a 200 km de Santiago. Abordamos entonces el proceso de ordenamiento territorial desde la micro-región hasta la vivienda. Conocimos una zona degradada y pobre donde la esperanza de mejores días parecía inútil. Sin embargo, luego de estudiar sus problemas se encontraron soluciones factibles. Conocimos allí lo que era una “aldea”, la agrupación humana más elemental, donde el hombre y la naturaleza son igualmente importantes, donde el hombre no se establece contra la naturaleza, sino en coordinación con ella, donde el hombre se regocija con lo que crea teniendo sentido trabajar. El profesor Parrochia, nos había iniciado en la Teoría de Planificación y Gravitación Orgánica desarrollada por él. Más allá de la paciencia de nuestro profesor para introducirnos paulatinamente en la comprensión en complejidad del problema de la instalación humana en áreas rurales, sus directrices nos permitieron ver claramente un horizonte más promisorio para el área de estudio. Su orientación fue verdaderamente universitaria y, al concluir esa experiencia inolvidable nos sentimos contentos, pues hacer una investigación universitaria fue mucho más que hacer estudios siguiendo un método para concluir comunicando sus resultados en un escrito ilustrado, fue realizar un trabajo sintiéndonos útiles, y esto nos dio felicidad. Las enseñanzas profesionales y conversaciones del maestro, con su tremenda experiencia y conocimientos, indudablemente comenzaron a dejar profunda huella en nosotros. Esto además vino a ser el punto de partida para una nueva empresa académica de diferente naturaleza, la que cambaría nuestra vida. Se trataba ahora, en 1982, de una práctica profesional. Después de estudiar diferentes posibilidades, se optó por aquella de mayor interés tanto a la disciplina, como a nuestro desarrollo como persona. El área de estudio escogida se situó en la XI Región de Chile, Aisén, lo cual significó aplicar todos los conocimientos adquiridos, no sólo en la Facultad de