Aisén Reserva de Vida: testimonio de un arquitecto activista ambiental formado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile
163 Peter Hartmann Samhaber Áreas marinas “protegidas” de Aisén C on incentivo del Estado chileno, en las décadas del 30 al 50 del siglo XX se destruyó buena parte del bosque y suelo de la Región de Aisén, lo que, posteriormente, junto con sus consecuencias, fue considerado el peor problema ambiental de la región. Sin embargo, con el boom pesquero y la industria salmonera, nuevamente con incentivo del Estado y sin el menor aprendizaje, desde 1980 se está destruyendo ahora la vida del mar aisenino. Y cuando alguien a sabiendas incentiva la destrucción del suelo y la vida terrestre y el mar y la vida marina de su patria y planeta, ¿qué es?; y cuando además se culpa a los pobladores o pescadores que no tienen cómo saber lo que hacen, mientras cómodamente recibe su cheque de sueldo mensual del Estado, ¿qué es? Si bien, quienes actualmente vivimos en la región tuvimos poca injerencia en la época de los incendios, sí hemos sido testigos de la debacle de una de las tres valiosas zonas estuarianas y de archipiélagos del planeta y, al menos nosotros, lo denunciamos desde el principio y cuando en esos tiempos aun ni se hablaba de sustentabilidad. Y, por cierto, la depredación del mar enriqueció a unos pocos y dejó tras de sí una secuela de problemas sociales que perduran hasta hoy. Detrás de la depredación del mar vino la salmonicultura y sus malas prácticas invadiéndolo todo. En aquel tiempo muchos se vanagloriaban con ser el “país primer exportador de salmón del mundo”, de reemplazar la pesca
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