Aisén Reserva de Vida: testimonio de un arquitecto activista ambiental formado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile

157 Peter Hartmann Samhaber víctimas y otras secuelas, por lo cual la Intendenta de entonces rechazó ese EIA. La empresa presentó un nuevo estudio en agosto de 2009, esta vez con un informe geológico que demostraba que el área es peligrosa y su represa estaba sobre una falla geológica. Otra vez el EIA avanzó entre irregularidades, que llegaron al punto de cambiar al equipo técnico del SERNAGEOMIN, para tras cuatro adendas intentar aprobarlo en enero 2012, lo que paramos, hasta que en mayo salieran con la suya. Por nuestra parte presentamos un recurso de protección a causa del cual la Corte Suprema anuló la aprobación y obligó a una quinta adenda para dilucidar dudas de riesgo geológico que habían quedado condicionadas. Con eso, el EIAnuevamente fue aprobado en septiembre 2013 por lo que reclamamos al Comité de Ministros el que en enero 2016 refrenda la aprobación, debiendo recurrir al Tribunal Ambiental de Valdivia. Mientras, Glencore había puesto en venta a Energía Austral y sus proyectos y en agosto 2017 anunció que abandonaba el proyecto por ser inviable, lo cual veníamos advirtiendo ya desde años antes. Actualmente, estamos a la espera de cómo la empresa abandonará sus derechos de aprovechamiento de aguas que le significan desde hace más de diez años pagos por patente de no uso de cerca de dos millones de dólares anuales. Además, está por verse que harán con sus terrenos, de ellos, 23.572 hectáreas de alto valor ambiental que les hemos sugerido convertir en área protegida. Finalmente el Tribunal Ambiental dio a conocer su fallo en enero 2018, con el que anula la Resolución del Comité de Ministros de dos años antes, por ser insuficientes las medidas compensatorias por pérdida de bosques y humedales. En esta victoria fue importante el trabajo de la Fiscalía Ambiental, FIMA, que nos representaba. Con este proyecto, el de segundo tamaño nacional tras HidroAysén, nuestro mayor desafío −habiendo quedado bastante solos en campaña con algunas organizaciones de Puerto Aisén y abogados amigos− fue el tratar de ponerlo en el tapete, ya que al estar ubicado en un lugar inaccesible y sin habitantes, a pocos parecía importarle lo que ocurriese ahí, por más prístino, hermoso y ambientalmente valioso que fuera. Así, realizamos sobrevuelos fotográficos para dar a conocer el lugar, también con videos y una visita-manifestación a la desembocadura del río en el Fiordo Aisén para lo cual tuvimos que arrendar embarcaciones.

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