Desafíos emergentes de la modernización del Estado : reflexiones y casos de América Latina y Europa

Javier Fuenzalida | Pablo González ( Editores ) 56 bastaba con prestar debida atención a los informes de la Auditoría y a las denuncias de la Defensoría y los propios ciudadanos) y de impulsar la clausura de un local cuya habilitación era inadecuada desde el inicio de sus operaciones. La manipulación de la normativa denunciada por el Jefe del Gobierno municipal hizo posible utilizar habilitaciones inadecuadas para realizar actividades no permi- tidas, y en última instancia, para que el imperativo de la rentabilidad se impusiera sobre la prevención de los riesgos. El problema no residió tanto en la calidad de la legislación como en las fallas voluntarias y enquistadas de encuadramiento y en la gestión malintencionada de las habilitaciones y el control. Falló dramáticamente el Área de Contralor de Espectá- culos que no controló los espectáculos realizados en Cromañón , aun cuando fuesen de público y desafiante conocimiento. Tras el otorgamiento de la habilitación, dos instancias de control directo también pudieron haber detectado el problema: el Área de Verificaciones y Control y el Área de Contralor de Espectáculos. Bom- beros tampoco logró prevenir la catástrofe, que hubiese podido funcionar como un control complementario. Vacío de poder, actuó como un verdadero “Poncio Pilatos” de la regulación de los riesgos colectivos. Si la habilitación hubiese sido co- rrectamente realizada y se hubiera considerado la utilización del local para recitales, otros actores de la red deberían haber estado presentes. Por ejemplo, la Policía y los Servicios de Salud de Emergencia. Todos los problemas observados en este caso pueden ser considerados condi- ciones latentes, mientras que la anónima ignición de una bengala puede interpretar- se como el fallo activo que las puso en evidencia. El empresario Chabán solicitó a los presentes que no encendieran fuegos de artificio, pero el público de rock de esta banda acostumbraba a hacerlo en todos los recitales, y desoyó las bienintenciona- das pero estériles advertencias del administrador. 5. C onclusiones Definimos el desarrollo de capacidades institucionales como la aptitud para lle- var a la práctica lo contemplado en la legislación y consideramos ese desarrollo dependiente de tres dimensiones indisociables: las características y la calidad del régimen legal, las capacidades organizacionales de los entes públicos de regulación y control, y la red de actores de la política pública, en especial —pero no única- mente— de los responsables en primera línea de la gestión de la seguridad en los espectáculos públicos.

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