Desafíos emergentes de la modernización del Estado : reflexiones y casos de América Latina y Europa
DESAFÍOS EMERGENTES DE LA MODERNIZACIÓN DEL ESTADO 31 En el plano organizacional, la regulación de la seguridad debe intervenir en el clásico dilema entre la productividad y la seguridad. El rol de los organismos esta- tales de regulación y control es clave para evitar que la balanza se incline en detri- mento de la seguridad. La capacidad estatal de las agencias reguladoras se refleja en el cambio persistente del comportamiento social de las organizaciones reguladas, esto es, cuando dichas organizaciones dejan de perseguir el resultado económico a expensas de la seguridad. Cuando esto sucede es porque se han desarrollado nue- vas capacidades institucionales de regulación y control de riesgos y de gestión de la seguridad. Ahora bien, se pueden distinguir dos funciones de la regulación de la seguridad: una función preventiva y una función reparadora, cuyo objetivo es que ante un daño los responsables de una actividad regulada paguen por lo ocurrido. Mientras que la función preventiva de la regulación de la seguridad se realiza en forma in- directa, tratando de mitigar las fuentes de error que puedan conducir a daños, la función reparadora se implementa en forma directa, una vez que el daño ha ocurri- do. Además, se requiere que los responsables se hagan cargo de lo ocurrido en dos momentos: primero, durante el desarrollo mismo del evento (mediante un plan de contingencias) y luego, una vez finalizado, haciéndose cargo de la reparación legal de los daños. Para avanzar en sus dos funciones principales, la regulación de la seguridad com- prende esencialmente las siguientes tareas: formular y promulgar reglas para el control de los riesgos; vigilar su cumplimiento y tomar acciones según el resultado; evaluar los resultados de las acciones de vigilancia para revisar las estrategias del organismo regulador; descubrir nuevos riesgos que puedan ser sujetos a nuevas regulaciones; así como evaluar estadísticas de incidentes y accidentes en los sectores regulados 6 . Consecuentemente, la función regulatoria requiere capacidades de identifica- ción de riesgos, de formulación de normas y políticas, y de control. Estas últimas se ejercen a través de un aparato administrativo y de aprendizaje que debe interactuar con los actores regulados, en la medida que el control se realiza sobre sus opera- ciones; y con otros actores intervinientes como los grupos de interés y/u otras organizaciones públicas, ya se trate de agencias complementarias o de control. Una condición sine qua non para dotarse de estas capacidades es la autonomía de las áreas de regulación, tanto con relación a los actores sociales —para evitar la captura del estado— como frente al poder político, de modo tal, por ejemplo, que los políticos no actúen como vehículos de intereses particulares o restrinjan el 6 Estas instancias no necesariamente se producen en forma consecutiva.
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