Desvelos en el alba

cordillera se vacia en el mar en se– nos y fiords profundos. Lucha en– carnizada que atizan las tempesta– des, las ventiscas y el frío polar. Cordillera adentro hay que ir a buscar los valles en que pacen las ovejas. Hasta que ya al término de la América, las tierras bajas del Atlántico se asoman al Pacífi– co, y la Patagonia extiende sus lla– nadas cubiertas de nieve. Ya no queda nada de las tierras feraces y rientes del valle central, es el último reducto de la costra terres– tre antes de agotarse en los mares antárticos, entre los horrísonos temporales del Cabo de Hornos. Climas, productos y yacimien– tos los más diversos . Salitre, cobre, ) 94 (

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