Desvelos en el alba

mundo interior. Aprende algo en los libros, cosas que son, por lo ge– neral, instrumentos de que servir– se en el mundo de la existencia práctica. Poquísimos son los que a lo largo de los años logran con– vertir esa linterna en faro. Y pa– san, mueren, y sus esfuerzos se entierran con ellos en la tumba. Cuando escriben sus experiencias en las páginas de la historia o en las del arte, algo sobrevive, pero de la mayoría que no tuvo la gra– cia de la expresión ni la oportuni– dad de ejercer una acción trascen– dental, ¿ qué queda? Todas las vir– tudes adquiridas a fuerza de disci– plina y de dolores desaparecen con el último suspiro de sus vidas. ) 67 (

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