Desvelos en el alba

dolor de perder un amigo, ha de– jado viva en mí la rebelión, la no conformidad contra el destino hu– mano. Todo ese tesoro de cultura cayó a la nada, desapareció con él sin haber servido como piedra de construcción para un esfuerzo in– dividual o colectivo mayor. ¿Por qué si los hombres inventamos y descubrimos tantas cosas extraor– dinarias, no hallamos el medio de transmitir de cerebro a cerebro es– ta cosa difícil y superior que es la cultura y la experiencia personal? Es como si ayer, no más, hu– biéramos salido del paraíso. Cada niño que nace tiene que encender trabajosamente una linterna para apartar apenas las sombras de su ) 66 (

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