Desvelos en el alba

V AMOS por el mundo cu– biertos de una espesa máscara. Nos la hace en parte el juicio li– gero y apasionado de los demás. Por un gesto efímero, por una ac– ción mal interpretada, por una pa– labra fragmentaria, el vulgo mol– dea y estampa su veredicto, el que una vez aceptado nos acompaña implacablemente: es la máscara con que aparecemos todos ante nuestros semejantes. Esta máscara que los demás nos fabrican, la espesamos también nosotros mismos cuando conscien– te o inconscientemente esconde– mos nuestro yo verdadero, cuando lo falseamos, cuando lo aprisiona- ) 56 (

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=