Desvelos en el alba

que sirvió de base para que muy pronto se creara el Club de Señoras. Su preparación, su actividad cultural y la modernidad de su visión la llevaron a la di– rección del Liceo de Niñas número cinco, Junto con el decreto que la nombraba se pro– dujo la renuncia del Gabinete, porque el mi– nistro conservador que había en éste, que no era de educación, no supo impedir el nom– bramiento y fué amonestado por su partido. VI Cabe decir que la señora Labarca nunca hizo profesión de anticlericalismo, ni fué es– tridente, pero estaba casada con un radical, de se~uro masón, es decir, se la resistía por asociación de contigüidad y por omisiones sos– pechosas, como ser: no iba a la iglesia, fundó un círculo sin el patronato de un santo de– terminado; en sus conferencias, en sus libros, aunque pasa de un tema a otro, se las aco– moda para nombrar a Dios sólo en rarísimas oportunidades, y suele usar el nombre de Pro– videncia que no es lo mismo, sino una es– pecie de pseudónimo. Además, los abates no olvidaron sus opiniones sobre el aludido Tri- ) 15 (

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