Desvelos en el alba

casi nada; de la ciencia, apenas una brizna, y de mí misma... quien sa– be... me sucede aún ahora ignorar lo que quiero. Mayo 29 de 1931 . V IDA! Estamos en paz..." El trabajo me reconcilia conmigo misma. No he nacido para la co– modidad del ocio. Hay una fuer– za dentro de mí que me impulsa imperativamente al servicio de mis semejantes. Si fuese creyente, di– ría que había nacido predestinada. Si alguien me preguntase hoy en qué cifro mi mayor ambición, ) 122 (

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