Desvelos en el alba
Julio 3 de 1929. ME parecía que un cata– clismo interior me hubiese sacudi– do de tal modo que nada resistie– ra tal y como fué. Mi visión del mundo cambió de color. ¿Para qué vivir? ¿Para qué afanarse? La bru– ma de la angustia me envolvía y por ninguna parte divisé camino. He reaccionado. ¿Cómo? creí que no me restaban fuerzas para seguir deseando cosa alguna. La vida es un esperar continuo. Y hay algo en mí que me levanta. No sé qué es ni en qué reside. ¿Volun– tad? No creo tenerla. ¿Ambición? De las enormes que concebí, no ) 113 (
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=