Desvelos en el alba

nana ... manana , lo desentraña– ré. . . Y ahora siento que lo he perdido. Marzo 14 de 1929. CON qué amable dulce– dumbre van escurriéndose las ho– ras! En la vorágine que Chile es hoy, me parece que mi hogar y yo hemos sido lanzados a un lejano remanso, a donde los ecos del tu– multo llegan amortecidos. Dicha modesta, sin notas altas, sin colo– res deslumbrantes, elaborada si– lenciosamente con la callada gra– cia de las cosas menudas. ¡ Qué dis~ ) 111 (

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