Botánica agrícola: tomo I

IX._..: L A F L O R J)espu-és de haber ViSt o que b.S ms V::lrbd3S in11.:1!'i~SC0n.e:ia.S pu~den eomprendo.nse con L:::t n.yudn de 1·:)8 s_i stclJW1S de r'11lliü Cfl– ción estudie.dos ant.eriormente, vereruos que también la estruc tura de l4s f'lore.s aisladas s.e rige por reglas ll1uy Bilnples.- La flore se eon SlÜ-era como UD ~!,:: " 1 n+. ~n samente lli(.Jd i.:ficado, de crecimieúto restringido y formaao p~r nudcs, . en trenuoo~ y órganos f'oliarés. Como muy caracterfst :Lco aparece la esca– sa longitud de los entrenudos y la ausencia de :yema a en las axilas de las hojasw Este hecho podría aclararse diciendo IJ.Ue al desarrollarse la · flor del meristema apj_cal ( fig. 1 d) se ha agot ado y no es capaz de forn;ar nuevos merist emas ax Llares que den or.l.gen a yunas. La f~or rle la magnolia (fig. 23) nos ofrece un ejem plo,especialment, e claro para explicar las suposicio1Jes an t er;.o res. Fig. 23.- Flor de Magnolia e: carpeloa est: estambres t: tépalos e: eje ·En u~ corte longitud1nal por el eje rela~iva:I!lente largo de la :flor (e), podelliOs ver desde arriba !lacia abaJo, ur~ · aecuencia de t res formas diferentes de hojas que tambi én eucontT-a1·cmos ~'1 las í'lores de estructura. más compLeja: Carpelos (Gineceo), C

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