La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio
-78- nomos alemanes. Nada creo mas eficaz para hacer esta recomendacion que el dar a ese encargo la publicidad de vuestro diario. Agregaré sin embargo, todavía que, desde largo tiempo conozco al Dr. Moesta como un hombre lle– no de talento, mui celoso por la ciencia i cuya edad lo ha– ce eminentemente propio para las cosas de que está en- cargado.» (1). - Estas pocas ·pero espotáneas palabras de un hombre tan recto i competente como el Dr. Gerling presentan a Moes– ta, ante la posteridad, como a ' un digno miembro de ese alto cuerpo que tiene por mision practicar, con la visu~l en el cielo, la mas sublime de las ciencias. Es por esto que hemos colocado esas palabras al frente de un párrafo destinado a dar a conocer a ese hombre de ciencia i sus trabajos astronómicos. . El segundo paso de Moesta, a1 instalarse en su puesto, fué trazar el programa de sus estudios sobre el telescopio. Este plan de trabajos señalaba las observaciones meridia– nas como objetivo preferente. Pero ántes de entregarse a este su estudio favorito le fué preciso determinar la exac– ta posicion jeográfica del Observatorio, e~to es, la lonjitud i latitud del instrumento meridiano. Para determinar la lonjitud, observó con especi~l cuidado 182 culminaciones de la luna obteniendo este resultado: 4 h. 42 m. 38 s. 97. 1 I en cuanto a la latitud, como para determinarla era. in- dispensable observar, con el Círculo Meridiano, ausiliado eficazmente por un barómetro normal, las distancias zeni– tales de algunas estrellas fundamentales i de otras circum– polares, se encargó a Estados U nidos un buen barómetro ausiliar de estas operaciones. A ·mediados de mayo de 1853 llegó a la capital este barómetro i desde el 16 del (1) V. El Ast1·mwmische Nach?-ichten, mí.mero 839, del24 ele diciembre del85~ ·
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=