La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio
-76- al célebre 1natemático de Marburgo que le habia sujerido su espedicion: «Puede usted anunciar que un Observato– rio permanente será establecido en Chile al terminar nues– tra espedicion)). El mundo sabio de Europa i Norte Amé– rica se regocijó con el solo anuncio de la aparicion de un nuevo ·centro astronómico en el hemisferio austral. El entusiasta doctor Gerling se ápresuró a anunciar a la Eu– ropa científica esta buena nueva, i lleno de satisfaccion, esclamó al saber él la noticia: «i Así, pues, la esperanza que yo había espresado hace veinte años va a realizarse al fin!» El 20 de agosto de 1852 aparecían, en efecto, en El Aratwano, dos decreto$ importantes datados el dia ante– rior i espedidos por el Gobierno de don Manuel Montt i refrendados por el Ministro de Instruccion Pública, don Silvestre Ochagavía. Por el primero de ellos se ordenaba 'el pago de los instrumento~, libros i e~ificios del Observa– torio astronómico americano, i se fundaba por el segundo un Observatorio N acionaJ, nombrándose al doctor Cárlos G. Moesta director de ese establecimiento cientifico. I le llamamos científico, porque el Gobierno que lo· fundaba lo destinaba a suministrar datos para el progreso de la astro– nomía, pues este último decreto contenia la recomendacion especial dirijida a Moesta «de publicar sus obse1·vaciones i de establecer relaciones con los observatorios del hemisfe– rio Norte». En cuanto a Gillis, autorizado por su Gobierno compe– tentemente, llevó su obsequiosidad hasta dar a su futuro sucesor todas las ideas e indicaciones prácticas sobre los instrumentos ántes de abandonar su Observatorio. El 14 de setiembre de 1852, el señor Gillis, a la cabeza de la comision científica americana, regresaba a su patria, i el nuevo director, señor Moesta, tomaba posesion del Ob– servatorio Nacional.
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