La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio

-74- de Cambridge, pues por 271 dias de observaciones hechas en Santiago, solo 19 correspondientes se hicieron en Washington, 5 en Cambridge i 4 en Greenwich. A este propósito, dice Ed. Mailly: «No-solamente las observa– ciones correspondientes de los Observatorios del Norte fueron en mui corto número, sino que, ademas, cuando el astrónomo americano -Dr. Gould, encargado del cálculo, quiso deducir de ellas la paralaje, llegó a resultados mui discordantes para me~ecer, en su pr?pia opinion, la menor . confianza» (1 ). El capitan Maury, director del Observatorio de Was– hington, protestó contra esa inculpacion, asegurando que prest? a Gillis el concurso constante de ese Observatorio, pues Mr. Ferguson, observador cumplido e infatigable, dice, fué el ·encargado de observar con el ecuatorial, ha– biéndose prohibido toda otra observacion estraña al obje- _to del teniente Gillis durante todo el tiempo de .su espe– dicion. «Pero en ellapso corrido entre 1850 i 1852, agrega, de las 149 noches, térmi!lo medio en que fué posible ob– servar, muchas fueron nebu.losas, haciendo así imposible las observaciones en relacion con las del teniente Gillis.)) De este paralelo entre noches perdidas en · el hemisferio norte i tanta~ noches aprovechadas en nuestro cielo, se deduce que la atmósfera de Santiago, como decia Gillis, es de una excelencia i serenidad uniformemente reconoci– das, o, como dice el Dr. Marcuse, primer astrónomo de nuestro Observatorio, «el clima de Chile es esencialmente astronómico)). Tres años, desde el 25 de octubre de 1849 al 14 de oc- , tubre de 1852, permaneció entre nosotros la espedicion de . (1) «Tableau)), etc., páj. 174. El citado ast-rónomo Goulcl es el mismo que rejentó desde 1870 el Observatorio arjentino de Córdoba, donde hizo tra– bajos de suma importancia.

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