La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio

- 1.19- sirven para dar la hora del movimiento de los trenes en Estados U nidos i Canadá; cada ciudad o puerto de impor– tancia tiene su hora especial que a veces coincide, pero . ·. que frecuentemente difiere mas o ménos de la hora de los ferrocarriles que atraviesan o pasan a sus inmediaciones; el público se ha .visto obligado a acomodarse a tal irregu– laridad, que se hace cada dia mas difícil i molesta, i reci– biría con aplauso algun sistema, que introdujése un plan de medir el tiempo, sencillo i uniforme)) . . El jigantesco sistema de ferrocarrile~ i telégrafos que está en uso en América, ha desarrollado ciertas condicio– nes sociales i comerciales que jamas, án.tes de ahora, se ·' habían presentado en la historia del mundo. Estas condi- ciones hat;t afectado las relaciones de·ti.empo i distancia. En este luminoso iúforme el señor Vergara demos– tró palmariamente la conveniencia i la necesidad que hai de reformar las prácticas actuah~s en la medida de las lon– jitudes jeográficas i la fijacion de la hora en la superficie .de la tierra, mediante la adopcion de un primer Meridia- no i de una hora cero universal, . Hé ~quí ahora las conclusiones a que ir:ribó la Confe. rencia de Washignton en 1884, segun el capitan de navío señor Vidal Gormaz, que asistió a esa Conferencia como representante de Chile, {1 ). I (Este Congreso opina que e~ c~nveniente adoptar un primer meridiano único para todas las naciones, en lugar de la n1ultiplicidad de meridianos que hoi existen, II «El Congreso propone a los gobiernos aquí representa.- (1) Véase Anua1·io Hid1·ográfi,co de la marina de Chile, año 1885.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=