La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio

-166- I al refleccionar sobre la inconmensurable distancia de esos astros i so.bre la mas inconmensurable indiferencia con que se los mira, parece increíble que sea la astronomía, esta ciencia del cielo, la que dé a la tierra la hora meridia– na, esta brújula de la sociedad civilizada; sea la que, para la distribucion de la vida civil, divida el TIEMPO, uno i eter– no, en dias, meses, años i estacione.s; sea, en fin, la que, observando los movimientos de los globos celestes, pronos– tique i anote en los Calendarios las fases de la luna, sus conjunciones i oposiciones, los eclipses, nuncios de calami– dades para el vulgo, i las epactas o pascuas de resurrec– cion, nestas sagradas de la Iglesiij,. De n1odo que, es la astronomía la que, dando fijeza a la navegacion, sirve a los intereses del comercio i de la industria; es la astronomía la que, dando a la J eodesía, a la J eografía i al Calendario sus datos científicos, sirve de base para ilustrar las cues– tiones sociales i los negocios mismqs de la vida. En conclusion, por los sentimientos de órden moral que ella despierta, por su utilidad i su remotísima antigüedad, pues las .seculares pirámides d!3 Ejipto, 4,000 años há, dan de ello testimonio, la astronomía, 'llamada por su sublimi– dad la reina de las ciencias naturales, es digna de la mas ardorosa consagracion de ·parte de los gobiernos i de los pueblos. Es por esto que anhelamos se fomente su estudio, se la dote de per~eccionados instrumentos i se reinstale el Ob– servatorio Nacional en el pié que corresponde a la impor– tancia de esa ciencia, al buen nombre de Chile i al g:r:ado de ilustracion que hemos alcanzado.

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