La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio

-147- nos de un sistema de medios para observar los efectos del . . fenómeno en los momentos de su aparicion. Conviene, en efecto, anotar los siguientes rasgos :fisioló– jicos, por decirlo así, de un temblor, a saber: 1 • l. o Lugar de su nacimiento, o sea, ~u foco. 2. 0 Su intensidad, o sea, su fuerza. 3. o Instante preciso de su aparicion en .todos i cada uno . de los lugares en que se desarropa. 4. o Su direccion cardinal. 5. o Naturaleza de su movimiento, si es vertical' u ondu- á latorio, i sus cambios sucesivos. 6. o Duracion del choque i de la 6scilacion que la acom– paña. 7. 0 Su velocidad. 8. 0 Observacion de todos los rasgos esenciale~ en varias estaciones distribuidas en un estenso territorio. De estos datos, el que mas importa averiguar es el lu– ga:r del nacimiento o el foco de un temblor, como la cien– cia lo llama. I esto es natural, pues conocido el foco, las poblaciones de sus cerc~nías se precaucionarán contra su¡;; futuros asaltos. Todos· los otros datos, aunque importantes en sí mis– mos, sacan su especial ü:nportancia del concurso que ellos prestan al descubrimiento de ese foco. Asi, de todos los lugares en los qué un temhlor se desarrolla, el foco o el mas próximo al foco será aqu~l l.ugar que haya sentido el movimiento en las siguientes condiciones: l. a con ma~:< in– tensidad; 2. a a una. hora mas temprana; 3. a en form~;t mas vertical; 4. a con mayor ·duracion. Es por esto que el señor José Ignacio Vergara, para descubrir el foco de un gran temblor acaecido en Chile Al 7 de julio de 1873, indagó estas mismas circunstancias. Resumiendo una série de observaciones, él dice así: «Re– sulta pues, que la magnitud de los estrag-bs (indicadores de

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