La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio
-118- atmosféricas. Para que se comprenda las necesidades del nuevo sistema, parangone¡nos los instrumentos que éste exije con los instrumentos del sistema antiguo. En el sistema instalado por Moesta en el Observatorio Nacional, los instrumentos solo son consultados de un modo periódico, es decir, a horas determinadas, (7 A. M.; 2 i 10 P: M.). En este sistema, el operante tiene que estar sobre los instrumentos, siendo obligado a trasnochar los dias 5, 15 i 25 en los que es preciso hacer observacioúes horarias para normalizar _las periódicas. Segun el' sistema nuevo, por el contrario, los fenómenos meteorolójicos exijen una obse~vacion, no -periódica, sino contínua, i tanto de dia como de noche. Por esto, 1niéntras el actual sistema se sirve de barómetros, termómetros, pluviómetros, veletas i moline– tes, el nue-yo exije aparatos inscTiptores que señalan los fenómenos de un modo contínuo, i se sirve de ba?·ógTafos, 1 termógTcifos, pluvióg1·afos i anemógrafos, los .cuales inscri- ben, sin necesidad del operante, los dos primeros, las al– turas del barómetro i del termómetro; el tercero, las cantidades de agua caida en diferentes horas, i el cuarto, la direccion i velocidad de los vientos. La terminacion grafo es una palabra griega que significa insC1'·iptor. - . III ' Paralelo entre las operaciones de ambos sistemas Comparemos ahora las operaciones que hace por sí mis– mo el barógrafo, i las que el operante observa en el baró– metro, para q~e se palpen las ventajas del primero. Lo que digamos del barógrafo se entiende dicho de todos los inscriptores modernos. En el barógrafo, las variaciones dy la presion · atmosfé.rica so'n determinadas por el paso que
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